En algunas sociedades, los conflictos de carácter religioso en el ámbito laboral se han intensificado en las últimas décadas como resultado de dos procesos distintos: el pluralismo religioso (agudizado por la globalización) y la secularización. En este contexto, cabria preguntarse hasta qué punto pueden los trabajadores ejercer su libertad religiosa en el trabajo. En otras palabras, ¿cuándo es legítimo que la empresa limite la libertad religiosa de sus trabajadores?
La presente monografía parte del presupuesto de que no se debe obligar al trabajador a renunciar a su identidad en el puesto de trabajo, desproveyéndole de sus libertades y alienándole, sino que se deben proteger y promocionar sus derechos, creando así un ambiente laboral más humano. La empresa no es solo un medio para la obtención de beneficios, sino que es también una plataforma donde el trabajador desarrolla su personalidad mediante el ejercicio de los derechos humanos. Por ello, el deber de acomodación razonable se presenta como un mecanismo jurídico óptimo para resolver el conflicto de intereses entre el trabajador religioso y la empresa. Equilibra la relación laboral para garantizar así los derechos del trabajador sin imponer, a su vez, una carga desproporcionada a la empresa. Y, además de reforzar la ciudadanía en la empresa, favorece también la integración social de las minorías religiosas, puesto que evita en muchas ocasiones colocar al trabajador en la situación límite de tener que elegir entre su religión o su trabajo, previniendo así su exclusión socioeconómica.
Pese a la tibia recepción durante los últimos años por parte de la jurisprudencia española del deber empresarial de acomodación razonable, los retos del siglo xxi invitan a una nueva reflexión sobre esta figura jurídica, que se presenta en esta obra como parte de la solución a algunos de los desafíos más acuciantes en la actualidad.