Este no es el clásico libro de historia sobre la Cataluña de los años treinta, en el que se destaca la idílica y sin tacha hegemonía que ejerció, entre 1931 y 1936, la Esquerra Republicana de Catalunya en la política y en la administración autónoma de Cataluña.
Tampoco quiere pasar de puntillas por el periodo 1934-1936, en el que la autonomía de Cataluña, aunque suspendida por los hechos revolucionarios del 6 de octubre de 1934, estuvo gobernada y administrada por un conglomerado de militares, republicanos radicales, regionalistas y seguidores de Gil Robles.
Y ni mucho menos pretende dar carta de certificación al archiconocido relato de los publicistas y memorialistas de la CNT, que se esforzaron, durante los años de oposición al franquismo, en mitificar una supuesta revolución obrera y antiestatista acaecida en el verano de 1936. Las páginas de este libro muestran y exponen las luchas internas que tuvieron lugar en el seno de la Esquerra por controlar la administración pública, tanto la central como la autónoma en Cataluña.
No solo eso, sino también las rabias y frustraciones de republicanos, socialistas, comunistas y separatistas anti-ERC que quedaron fuera del reparto de cargos y empleos públicos de la reinventada, por el Estatuto de autonomía de 1932, Generalitat de Cataluña. Acusaciones de enchufismo, malversación de fondos públicos, prevaricaciones que salieron a la luz de los editoriales del momento como muestra de la lucha por la administración de la Generalitat republicana.