En la sociedad de Bauman, donde la liquidez afecta también a la construcción de Europa, la falta de determinación en la idea de corresponsabilidad en este proceso, alimenta la deconstrucción de la Unión Europea, algo constatable en la actualidad si observamos las estrategias políticas más neoconservadoras. El antídoto pasa por seguir profundizando en el Estado social y democrático de derecho, por la exigencia de superar las distancias y admitir que somos interdependientes, con la consecuencia obvia de tener que reconocer una mayor concesión de soberanía a la Unión.
Los límites de la Unión Europea se manifiestan en la cooperación entre los Estados, tanto a la hora de legislar, en la transposición de normas en el ámbito interno o en la cooperación judicial. En concreto, en materia de violencia contra la mujer lo que decimos se evidencia notablemente, porque no hay una aproximación entre los conceptos, ni las normas, ni las acciones, por tanto, se genera una falta integración en los tres ámbitos clave de actuación frente a la violencia machista: jurídico, judicial, social y sanitario.
En este trabajo se hace un estudio exhaustivo de la Directiva 2011/99/UE, sobre la Orden Europea de Protección de Víctimas, contextualizada con los sorprendentes datos que nos ofrece la Unión Europea en materia de igualdad y violencia sobre la mujer.