¿Cuán es el contenido de todos aquellos comentarios, exégesis, monografía, cuestiones, meditaciones, tratados y casos jurídicos?
Sólo una pequeña parte de esta literatura se ocupa del Derecho Natural: más que nueve diezavos tratan de las lagunas, ambigüedades, contradicciones, de lo falso, anticuado y arbitrario de las leyes positivas. Su objetivo lo es la ignorancia, el descuido y la pasión del legislador.
El genio inclusive no se niega de servir a la impremeditación y de desarrollar para justificarla, todo su ingenio y toda su erudición. Por culpa de la ley positiva los juristas se han convertido en gusanos que sólo viven en madera podrida.
Abandonando la madera sana, anidan y tejen en la carcomida. La ciencia, al hacer del azar su objeto, se convierte ella misma en azar: tres palabras rectificadoras del legislador y bibliotecas enteras se convierten en papeles inútiles.
El desafío de Kirchmann a lo «académicamente correcto» para razonar como jurista. Vigencia de un antiguo diagnóstico
Sinopsis
Advertencias
Introducción
I. Tipos de aproximaciones actuales
II. Tesis básicas de la nueva oleada confusionista
III. La dogmática del derecho
IV. Resultados
V. Addendum
Presentación
I. Consideración preliminar
II. Hitos biográficos
III. Conferencia sobre «El carácter a-científico de la llamada ciencia del derecho»
IV. Palabras finales
Prólogo del autor
La jurisprudencia no es ciencia. El carácter a-científico de la llamada ciencia del derecho
Julius Hermann Von Kirchmann (Alemania), Merseburgo, 15 de noviembre de 1802 – Berlín, 20 de octubre de 1884).
Estudió Derecho en la Universidad de Leipzig, pero luego pasó a la de Halle, donde se graduó. Hacia 1829, obtuvo en esa localidad su primer empleo, como asesor de justicia, y cuatro años después fue designado juez penal. En 1835, se convirtió en presidente de la Cámara de Apelación de Querfurt, siendo posteriormente enviado a desempeñar idéntica función en la de Torgau.