Cuatro historietas que tienen como protagonista a la bruja Mon. Con su vieja varita y las palabras mágicas se dedica a hacer travesuras. Pero, una y otra vez, intenta fastidiar a los demás y no se da cuenta de que, a veces, las cosas no salen como uno quiere.
Un cuento en el que se muestra la importancia de hacerse responsable de los propios actos.
La autora de literatura infantil Pilar Mateos nació en Valladolid el 13 de agosto de 1942, aunque pasó largas temporadas de su infancia y juventud en la población leonesa de Los Barrios de Luna. Hasta los 20 años, vivió en Valladolid, donde inició los estudios de Filosofía y Letras. Con el tiempo, ha residido también en San Sebastián, Madrid y, desde 2005, vive en Cádiz. Su carrera profesional comenzó como guionista radiofónica y de televisión. En 1978, fue guionista del programa Los episodios de RTVE, una serie de veintiséis guiones infantiles. Dos años más tarde obtuvo el I Premio de guiones Radio Nacional de España por «Canción para un largo invierno». En 1980 logró el reconocimiento como autora de literatura infantil con el Premio El Barco de Vapor por la obra Jeruso quiere ser gente, un éxito que repitió al año siguiente, consiguiendo el mismo galardón por Historias de Ninguno (1981).
Comenzaba así una prolífica carrera como escritora a lo largo de tres décadas en este género. Adaptó clásicos para la radio, como el relato de terror Bola de sebo de Guy de Maupassant y El último abencerraje de Chateaubriand. Asimismo, siempre se ha sentido atraída por el género dramático y escribió varias obras de radioteatro que le valieron el Premio Margarita Xirgú en 1985 (Mentar al diablo) y en 1989 (Doble o nada), entre otros reconocimientos. Como dramaturga, cuenta con cuatro títulos: El Pantano (2007), Paula por Paula (2013), Gracias al sol (2014), estrenada en el Teatro de la Abadía de Madrid, y la zarzuela Quedamos en la Gran Vía (2014). También ha publicado cuatro novelas entre 1995 y 2009, aunque en su producción literaria destaca especialmente la literatura para niños y jóvenes. Sus historias muestran una sensibilidad especial, cercana al lector gracias a un lenguaje sencillo y a la facilidad que tiene para caracterizar personajes solitarios, a menudo marginados, que despiertan la empatía de quien lee. Suele mezclar fantasía y realidad en relatos donde la imaginación tiene un papel esencial. En 1982 obtuvo un nuevo éxito con Capitanes de plástico (SM), que le valió el Premio Lazarillo. Le siguieron otros títulos incluidos en la colección El Barco de Vapor de SM, como El parque de papel (1984), Molinete (1984), Zapatones (1988), Quisicosas (1988), La bruja Mon (1984), La linterna mágica (1986) y muchos más. En 1997 logró el Premio Edebé y en 1999, el Ala Delta, respectivamente. Su obra ha sido traducida a varios idiomas y alfabetos. En 2009, recibió el Premio Cervantes Chico a toda su trayectoria. Le gustan los gatos, el silencio, la luz y los buenos amigos. Ha colaborado en el programa de fomento de la lectura Letras minúsculas. Letras jóvenes de la Junta de Andalucía en Cádiz. De pequeña, le encantaba leer y escuchar cuentos, las películas de dibujos animados y comer chocolate.