Una reflexión para que el centro-derecha vuelva a seducir en un mundo en crisis
Vivimos en un mundo en constante cambio. La suma de una serie de revoluciones tecnológicas, sociales y económicas nos ha hecho ser conscientes de nuestra fragilidad. Entre los principios racionales, igualitarios y universales de la Ilustración y el liberalismo se ha colado la irracionalidad del tribalismo: los nacionalismos, la concepción excluyente de la mujer, el victimismo.
En este contexto, urge la reflexión que atraviesa estas páginas, una reflexión sobre España y los españoles. Para alcanzar el pleno potencial como individuos, la pugna debe seguir fundamentándose en las instituciones, las leyes y el interés individual racional. Ése es el horizonte ilustrado por antonomasia, y el mecanismo que más y mejor redunda en el progreso de la humanidad. Durante el siglo pasado, tras un camino largo y difícil, esos instrumentos alcanzaron vocación universal. Hoy el mundo es más cerrado, se ha confinado, y ya no damos por hecho el progreso interminable. Batallamos, simplemente, para no hundirnos. Nuestro país se halla en esa encrucijada.
Éste no es un libro melancólico ni ensimismado. Aborda los fracasos colectivos como una lección de la que aprender para construir un proyecto atractivo. Con un abanico de voces dispares, que van desde los veteranos más ilustres a jóvenes de una inusitada erudición, y del alegato político a la reflexión académica, La hora de España es una sólida defensa del liberalismo de inclinación conservadora. Pero también una hoja de ruta que devolverá a la sociedad los recursos para sacar lo mejor de los individuos, alejar los cantos de sirena populistas y reconstruir un país que necesita interpretar de nuevo las viejas y sólidas ideas que lo hicieron mejor.