Carlota y Fernanda García del Real son las autoras de este libro. Son hermanas en una guerra civil y a cada una -la coge- en una zona diferente. Ambas escribieron sus experiencias del golpe de estado de julio, de la guerra de 1936-1939 y del impacto que causó en sus vidas. Carlota entre Panticosa, León, Ribadeo y Donosti, Fernanda en el Madrid sitiado de la revolución estallada y de la República en recuperación. Ellas no fueron combatientes, ni dirigentes de organizaciones políticas, ni siquiera militantes, tampoco víctimas obvias de la masacre que acompañó al golpe de estado, aunque Carlota conoció la persecución golpista y Fernanda la de posguerra. Ambas describen los horrores de las matanzas sin perder nunca la humanidad en medio de la barbarie. Las dos son salvadoras y se comportan como tales. No son una excepción.
Ocho décadas después de unos acontecimientos que para nosotros son Historia, las hermanas García del Real nos permiten enfocar y entender una guerra diferente a la que nos han contado los que la hicieron. No entran en ninguna de las tres categorías de autores de memorias -políticos, víctimas, militares- que han llenado las estanterías. Tampoco responden a los patrones duales a los que nos hemos acostumbrado desde 1939. En ello reside su principal interés para la mayoría de los lectores y el interés específico para historiadores y estudiantes de Historia. Son relatos de experiencias directas del tiempo de la guerra escritos por mujeres independientes, de una elite liberal acomodada que no responde a posiciones políticas encorsetadas. Dan cuenta de la pluralidad y la diversidad del mundo de antes del golpe de 1936. De un mundo de ayer deformado por un golpe, una guerra y una dictadura.