Hacia una nueva ampliación temáticamente orientada de la libertad religiosa y su proyección en la enseñanza de la religión
La religión está en la experiencia histórica y en su significado y efectividad actual en términos de origen y esencia es supraindividual […] de ahí la necesidad de que la reflexión científico-crítica deba configurarse de modo coherente con las realidades religiosas existentes que aspiran a su recta ordenación en correspondencia con los hechos. En ese denotativo contexto, la libertad de pensamiento, conciencia y religión actualmente válidas, se afirma sin ningún género de dudas. Constituye uno de los pilares basilares de cualquier Sociedad democrática. Así como uno de los elementos conformadores de la identidad de los creyentes y de su concepción vital. Pero es también un bien precioso para los ateos, los agnósticos, los escépticos, y los indiferentes […]
En tal sentido, la presencia de la asignatura de religión en la escuela, amén de su aprendizaje, tiene como misión contribuir al pleno desarrollo de la personalidad del educando. La manifestación de la religión o las creencias a través de la enseñanza, «constituye un aspecto común a la libertad religiosa y de pensamiento. Que reúne a su vez principalmente tres derechos, cada uno dirigido a proteger un tipo específico de conducta.
Uno de ellos –el derecho a ser instruido en las propias convicciones, religiosas o no– posee la peculiaridad de que puede ser ejercido por unas personas en nombre de otras. Es lo que ocurre con los padres respecto de sus hijos menores. Cuando se les reconoce la facultad de exigir para ellos una enseñanza conforme a sus propias convicciones religiosas o filosóficas».
Tocante, pues, al Derecho a la libertad religiosa: la defensa de la libertad coincide con su ejercicio, y ello necesita educación y sostenimiento comunitario, todo lo cual contribuye a la educación, formación y sostenimiento de la conciencia personal en su ejercicio de búsqueda de la verdad, lo que es de primera importancia para la salvaguardia de la libertad en la Sociedad, y, en consecuencia, debe ser favorecido y promovido por ella y por sus responsables políticos […]