Los revolucionarios hallazgos de la biología molecular dan que pensar tanto a filósofos como a científicos, quienes incluyen en un concepto integrador del saber la dimensión ética. La obra se estructura en dos partes. La primera se refiere a la ciencia genómica en que se abordan los temas de la revolución biológica, la bioética y el problema ontológico de la naturaleza humana. La segunda dice relación a la praxis genómica y sus aplicaciones terapéuticas.