La obra del profesor Juan Baró Pazos que el lector tiene en sus manos pretende ser una síntesis de cuanto se ha publicado sobre los fueros castellanos, referidos a un peculiar ámbito espacial, el de las ocho provincias de Castilla la Vieja, de la vieja Castilla y de la Extremadura castellana, la Castilla a uno y otro lado del Duero: Burgos, Logroño, Santander, Soria, Segovia, Ávila, Valladolid y Palencia, provincias que ahora, por mor de lo que dispone el título VIII de la Constitución española de 1978, aparecen repartidas en tres Comunidades autónomas diferentes: Castilla y León, La Rioja y Cantabria.
El estudio de los fueros castellanos se centra en las entidades de población cuyos fueros constituyen los ejemplos más significativos del derecho que se extendió por las distintas villas y ciudades que formaron parte del reino de Castilla, un reino definitivamente incorporado al de León en 1230 para configurar una nueva entidad político-administrativa, la Corona de Castilla y León a partir del reinado de Fernando III.
Son los fueros municipales los que se incluyen en el texto, aunque también se incorpora alguna muestra que para algunos autores está fuera de la consideración de fuero local, para ser clasificado como carta agraria o de población, o «contrato agrario colectivo». Es el caso del texto del lugar de Brañosera, en las montañas hoy palentinas, el más antiguo de los textos locales castellanos, de origen condal y otorgado a sus primeros pobladores en el año 824.
Finalmente, la obra reproduce las ediciones de los fueros, en su versión latina, con su traducción, o en su versión romance, tal y como han sido publicadas por sus mejores editores.