La nuestra es una época paradójica. Por un lado, nunca ha existido más capacidad y facilidad para la comunicación. Las tasas de alfabetización y educación son las más altas de la historia y el acceso a la información es universal. Por otro lado, están surgiendo fenómenos preocupantes que cuestionan el progreso intrínseco de esa conexión y ese desarrollo. La capacidad de manipulación a través de la desinformación, los medios de la era de la postverdad, la superficialidad generalizada… En esta situación crítica estamos permanentemente buscando razones adecuadas para sostener nuestras decisiones y pensamientos; argumentando y ofreciendo razones para influir sobre la opinión o el comportamiento ajeno. Y al mismo tiempo, recibimos de continuo un bombardeo de mensajes que tratan de persuadirnos y modificar nuestros pensamientos y acciones.
Apostar por la argumentación es apostar por la racionalidad, pero una racionalidad abierta al diálogo, a la comunicación recíproca de razones. Y dentro de este objetivo, cobra especial importancia la identificación y prevención frente a las estrategias argumentativas que conducen al engaño y la manipulación, en todos los ámbitos de la sociedad: la comunicación, la ciencia, la política, el derecho, etc. En definitiva, el estudio de las falacias, al que está dedicado este libro