Estudios de Derecho Sucesorio 06
Hacia el año 1952, en una polémica sostenida en la Revista de Educación , el profesor Jaime Guasp insistía en que «lo fundamental de la docencia jurídica no está en los datos que se tratan de transmitir a los alumnos, sino en la actitud que se les quiere hacer asumir ante la vida». La materia es, pues —proseguía—, el vehículo de la enseñanza de los valores jurídicos, no su última finalidad». De lo cual deriva que será la materia más adecuada para la formación jurídica aquella que mejor sirva para ejercitar al jurista en el modo y el método del manejo de los instrumentos de la disciplina del Derecho.
En nuestro Derecho civil, seguramente el artículo 811 nos brinda la mejor materia para ese ejercicio de pulir el instrumental jurídico y afinamos en el método y modo de usarlo. Ya Castán, hace años, proclamó que: «En todo nuestro. Código civil no hay acaso ninguna norma que, como la del artículo 811, enseñe y demuestre mejor la misión insustituible que la labor del jurisconsulto —en sus diversas manifestaciones teóricas y prácticas, privadas u oficiales, doctrinales o jurisprudenciales— incumbe en la elaboración del derecho positivo». Por eso, al recordar esa frase, señalaba Hernández Gil que: » Si con referencia a otros países y épocas se han señalado como problemas especialmente debatidos la posesión o la solidaridad y la indivisibilidad de las obligaciones, por lo que afecta a nosotros, ese papel lo ha desempeñado complicadamente el artículo 811.
AUTORES:
Juan Berchmans Vallet De Goytisolo
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