Esta es la historia de una tragedia evitable que costó muchos miles de vidas y arruinó decenas de miles más. Tiene numerosos protagonistas, pero se centra en tres individuos. El primero, el doctor Juan Negrín, presidente del gobierno de la segunda República y víctima de lo que se podría llamar una conjura de necios, trató de impedir la tragedia. Los otros dos fueron responsables de lo acontecido. Uno, Julián Besteiro, actuó con una asombrosa ingenuidad. El otro, Segismundo Casado, lo hizo con una sorprendente combinación de cinismo, arrogancia y egoísmo.
El resultado fue una catástrofe humanitaria y el peor final posible para la tragedia que fue la guerra de España.