La literatura científica sobre el emprendimiento alude a la educación como uno de los factores decisivos en la creación de una cultura emprendedora y adquisición de conocimientos que proporcionen competencias y destrezas útiles a los futuros emprendedores.
Además, parece suficientemente demostrado el impacto que la educación formal e informal tiene en la creación de empresas, ejerciendo, además, un papel vehicular entre la disminución de la pobreza y las redes de sociedades emprendedoras.
El emprendimiento constituye un fenómeno cultural que encierra conductas, valores, creencias y modos de actuación de su principal protagonista, el emprendedor. Es el encargado de ejecutar este cambio de rumbo que no es posible sin una adecuada formación en competencias emprendedoras.
Concretamente es fundamental trabajar, por un lado, el espíritu empresarial como mecanismo que impregna el conocimiento, facilita su propagación y genera crecimiento económico. Y, por otro lado, el espíritu emprendedor que se construye a partir de la intersección de elementos como oportunidad, características del individuo emprendedor, educación en actitudes y capacidades de empresariales. Trasfondo sobre el que el libro quiere aportar no solo una reflexión de corte pedagógico-social sobre el significado y alcance del emprendimiento como innovación, sino también criterios eficaces para la toma de decisiones y el cambio social.