La igualdad de oportunidades no puede ser efectiva en un mundo donde reina la discriminación.
La igualdad de oportunidades sólo existe en una sociedad que reconoce la capacidad de todos y cada uno, cada uno con una capacidad diferente, y refuerza la posición de los que, por sus circunstancias, no pueden defender convenientemente sus derechos.
Esta obra tiene la gran virtud de poner de manifiesto, de una manera sistemática, la normativa y las infracciones a la prohibición de discriminación en el acceso a bienes y servicios, en materias tan fundamentales que podrían encuadrarse dentro de los derechos humanos, y como tales, deberían ser garantizadas a todas las personas por el solo hecho de serlo: el acceso a lugares públicos, servicios financieros, contratos de seguros, acceso al transporte, a servicios profesionales y empresariales…