Deterioro de las aptitudes psicofísicas del conductor
Senior en el marco del envejecimiento activo: seguridad vial y deber de confidencialidad del médico
La realidad muestra que el control efectivo que los Centros de Reconocimiento Médico tienen sobre las aptitudes psicofísicas de los conductores senior podría mejorarse pues es un hecho que conductores que no están en condiciones de conducir llegan a obtener la prórroga de la licencia o permiso, con el consiguiente riesgo para la seguridad vial. Ante esta realidad es obvio que algo falla, lo que justifica que en el trabajo se aborde la cuestión de la posible responsabilidad civil y penal del director facultativo de dichos Centros.
Por otra parte, es posible que la detección de la falta de aptitudes psicofísicas necesarias para la conducción se realice por el facultativo que atiende al conductor senior, antes de que este acuda a los Centros de Reconocimiento para solicitar la prórroga de su permiso o licencia. En este escenario surge la cuestión de si el facultativo estaría obligado a comunicar esta situación a las autoridades de la Jefatura Provincial de Tráfico, habida cuenta del riesgo que para la seguridad vial conllevaría que el conductor senior siguiera conduciendo.
El conflicto está servido puesto que varios bienes jurídicos entran en juego: el derecho de todos los ciudadanos a la seguridad vial, el deber de confidencialidad del médico y el derecho del paciente senior a que se garantice el secreto de sus datos clínicos sobre su salud física o psicológica. Y la necesidad del estudio de los problemas que suscita esta confrontación se releva más que justificada.
Tampoco se ha descuidado el estudio de las cuestiones relacionadas con la accidentalidad en el marco de la conducción de personas mayores, abordándose temas de tanta importancia como la afectación del envejecimiento fisiológico en la dificultad para la conducción, la responsabilidad civil y seguro obligatorio en la conducción de personas de edad avanzada o la trascendencia del deterioro funcional en la víctima no conductora causante del accidente.
Para conducir, la última parte del libro se dedica al estudio de los aspectos sociales de la conducción en el marco del envejecimiento: calidad de vida e inteligencia emocional en el conductor senior, problemas de la movilidad de las personas mayores en las ciudades y terminando con el estudio de la estigmatización del conductor mayor desde una perspectiva sociológica.