El enfoque LEADER de desarrollo rural, que parte del protagonismo de la sociedad civil en las actuaciones de desarrollo en el ámbito rural, fue puesto en marcha por la Unión Europea hace ahora treinta años, durante los cuales se han sucedido diversos períodos de programación. En estos momentos las instancias implicadas, europeas y nacionales, preparan la puesta en marcha de un nuevo período programador. Pese a los éxitos que justifican la pervivencia de LEADER, se hace necesario reflexionar sobre muchos de sus elementos.
Particularmente, en este trabajo se abordan los problemas derivados de una aplicación extraordinariamente dispar por las Comunidades Autónomas, lo que puede aconsejar una tarea armonizadora estatal mayor que la desplegada hasta ahora, hasta el punto de resultar aconsejable la aprobación de una norma estatal básica. De cara a esa eventual norma estatal, a la actuación de las Administraciones implicadas y a la de los grupos de acción local que protagonizan esta metodología de desarrollo, se tratan también aquí muchos aspectos requeridos de reordenación jurídica: forma jurídica, organización o reglas de incompatibilidad de los grupos, los procedimientos para la selección de estos grupos, el procedimiento para la distribución de fondos o las responsabilidades que esta pueda generar, la aplicación de leyes como la de contratos del sector público y de subvenciones, etc.