La forma de gobierno de que disfrutamos hoy en Inglaterra es el resultado de muchos siglos de evolución y desarrollo. No apareció de golpe, ni hemos de suponer que cuando nuestros antepasados forjaron la Constitución en el curso de los siglos, tuvieron un ideal o plan por el que lucharon conscientemente. Seria igualmente erróneo, sin embargo, imaginar que no operó ningún principio orientador durante el período de su formación. Las circunstancias de la historia y la geografía imbuyeron en el pueblo de estas islas una rara sagacidad política, y no es, pues, de extrañar que se entregaran a la obra de modelar y levantar la máquina del gobierno con un grado de destreza no igualado, quizás, en ninguna nación.
En los primeros días de nuestra historia los reyes anglosajones ejercían funciones legislativas, ejecutivas y judiciales, aunque actuaban en estas materias «con el consejo y el consentimiento de los doctos». El rey era el «Gran Lcviatán» de quien emanaban la ley, la justicia y el gobierno. Gradualmente se cayó en la cuenta, no obstante, de que era menester separar estos poderes si se quería garantizar la libertad de los individuos, y la historia de la Constitución inglesa es en gran parte el relato de cómo se llevó a cabo esta separación y cómo se aseguraron las relaciones armoniosas entre el Ejecutivo y el Legislativo. Hoy el poder del rey es, en gran medida, simbólico.
De estos tres grandes órganos del Estado, el Parlamento o Legislativo es el más importante, pues los poderes que posee son supremos o de alta fiscalización. No hay ley que no pueda aprobar, y todas las que aprueba debe ser puestas en vigor por el Ejecutivo y aplicadas por el Judicial.
Introducción
Primera Parte. EL PODER LEGISLATIVO
Capítulo I. Derecho nacional
Capítulo II. El parlamento: su origen y evolución
Capítulo III. El «Rey en parlamento»
Capítulo IV. El proceso legislativo
Capítulo V. La cámara de los lores
Capítulo VI. La cámara de los comunes
Capítulo VII. Elecciones y franquicia
Capítulo VIII. Las rentas públicas
Segunda Parte. EL PODER EJECUTIVO
Capítulo IX. Los poderes del Rey
Capítulo X. Los consejos de la corona
Capítulo XI. Departamento del gobierno
Capítulo XII. La policía
Capítulo XIII. Limitaciones del poder ejecutivo
Tercera Parte. EL PODER JUDICIAL
Capítulo XIV. El rey y los magistrados
Capítulo XV. Los tribunales de justicia
Capítulo XVI. El Tribunal del jurado
Cuarta Parte. EL IMPERIO DEL DERECHO
Capítulo XVII. Principios fundamentales
Capítulo XVIII. La libertad de reunión
Capítulo XIX. Seguridad con la detención ordinaria
Capítulo XX. Libre emisión del pensamiento
Apéndices
Bibliografía
Alfonso Guerra, es licenciado en Filosofía y Letras, ingeniero técnico industrial, profesor universitario, diputado (1977-2015), vicepresidente del Gobierno (1982-1991), vicesecretario general del PSOE (1979-1997), portavoz del Grupo Parlamentario socialista (1977-1982) y presidente de la Comisión Constitucional y de la de Presupuestos.
Fue uno de los protagonistas de la elaboración de la Constitución de 1978, impulsor de actividades culturales, presidente de diversas fundaciones, director de varias revistas, creador de la librería Antonio Machado de Sevilla, doctor honoris causa de varias universidades y autor de los libros La democracia herida, Diccionario de la izquierda y las memorias (tres tomos) Cuando el tiempo nos alcanza, Dejando atrás los vientos y Una página difícil de arrancar.