«Enfrentando cada país a su propia realidad, la Conferencia Internacional Económica y Monetaria de Londres de 1933 fue el intento por establecer un acuerdo general de colaboración que permitiese superar las graves consecuencias de la crisis iniciada en 1929. El objetivo era modificar las normas de las finanzas internacionales para ajustarse, como señaló un cronista, a las necesidades de un mundo que ya posee una gran cantidad de elementos inestables».
Carlos Donoso
«En el discurso inaugural se evidenciaron las preocupaciones, expectativas y esperanzas depositadas por la humanidad en los resultados que aquí se obtuvieran…, en palabras de uno de los asistentes, ‘los ojos de todas las naciones están fijos sobre la magna asamblea, en cuyas manos se hayan las esperanzas del universo entero. Treinta millones de desocupados, cansados de buscar trabajo y que vuelven diariamente a sus hogares con la desesperación en el alma, aguardan seguramente su salvación en aquella conferencia’».
Ángel Soto
«Analizar lo sucedido en la Conferencia Económica y Monetaria de Londres de 1933… debería ayudar a entender cómo este fracaso definitivo influyó en el pensamiento de Walter Lippmann, tal como se refleja en La buena sociedad y como sus ideas contribuyeron al surgimiento del movimiento neoliberal».
Sebastián Edwards