Esperanza Fuentes Roy popularmente conocida por todos como Esperanza Roy, comenzó siendo casi una niña, aprendió a bailar en academias y su obsesión por ser actriz eclipsó, en cierto modo, una fulgurante carrera como bailarina.
Con un ballet recorrió los mejores escenarios europeos y aprendió su férrea disciplina.
Regresa a España con la idea fija de convertirse en actriz, para ello le tocó volver a empezar de cero, lo hizo en la revista musical española. Gracias a este género tan nuestro aprendió a moverse, cantar y hablar sobre un escenario.
Pronto se fijaron en ella los productores cinematográficos que la reclamaban constantemente. Mujer valiente y autodidacta, fue abriéndose camino en un cine más intelectual . En ese momento aparece el hombre de su vida en todos los sentidos: el director Javier Aguirre.
El cineasta vasco está considerado como un gran director de culto, creador del llamado «anti-cine», supo sacar lo mejor de ella, descubrió un talento que existía y que necesitaba dar a conocer .