Dalí Época de Madrid
En esta obra, Rafael Santos Torroella defiende la existencia de una «época de Madrid» en la vida y obra de Salvador Dalí como uno de los momentos de mayor transcendencia para su posterior y fulgurante carrera.
Ofrece, además, un catálogo razonado de la producción pictórica de Dalí desde finales de 1922, es decir, desde su ingreso en la Residencia de Estudiantes, hasta mediados de 1926, cuando definitivamente es expulsado de la Academia de Bellas Artes de Madrid.
Rafael Santos Torroella es autor de una extensa bibliografía daliniana que abarca más de un centenar de publicaciones.
Destaca su tesis doctoral La miel es más dulce que la sangre. Las épocas lorquiana y freudiana de salvador Dalí, publicada en 1984.
Nos brinda una visión inédita y en profundidad de los años juveniles de Salvador Dalí en la Residencia de Estudiantes,
en cuyo entorno acabó de formarse como uno de los creadores más singulares y significativos de la generación del 27.
Rafael Santos nació en la localidad gerundense de Portbou, el 21 de enero de 1914. Era el segundo hijo del matrimonio formado por Julián Santos Estévez, un inspector de Aduanas procedente de Salamanca y de Aurelia Torroella. Su hermana mayor Ángeles Santos sería una destacada y precoz pintora. En Portbou, a donde llegó destinado su padre, vivía su familia materna, ya que su abuelo, Rafael Torrella i Cardoner, era propietario de una agencia de Aduanas en este municipio fronterizo catalán.
Los sucesivos destinos de su padre le hicieron recorrer gran parte de la geografía española. Durante sus primero años vivió Ripoll, La Junquera, Le Perthus y Portbou. Pasó posteriormente por Salamanca y Valladolid y San Sebastián.1
En 1924, su padre fue nombrado administrador de la Aduana de Ayamonte, en la provincia de Huelva y su hermana Ángeles ingresó interna en el colegio de las Esclavas del Sagrado Corazón de Sevilla, donde se inició en el dibujo y la pintura. Allí recomendaron a sus padres que Ángeles se dedicara a la pintura, para la que había nacido.2 Dos años más tarde, cuando la familia se trasladó a Valladolid, Ángeles empezó a recibir clases de pintura de un veterano profesor italiano, Cellino Perotti, a las que también asistía Rafael. El impacto temprano de la pintura de su hermana le permitió mantener contacto desde muy joven con muchos de los intelectuales más destacados de esa época como Ramón Gómez de la Serna, Ernesto Giménez Caballero, Federico García Lorca, Jorge Guillén o Emilio Gómez Orbaneja.
RAFAEL SANTOS JUNTO A SU HERMANA: