La Corte es ese oscuro fantasma que ha condicionado la política en España durante los siglos XIX y XX. Un entramado socio-institucional de difícil comprensión, marcado por el capricho y la adulación al monarca que dio lugar a que se acuñara la expresión «la cuestión de Palacio» para aludir a las derivaciones políticas de las intrigas palaciegas. En este libro nos proponemos analizar la reconfiguración política, administrativa y social de ese entorno informal de poder que tuvo un peso muy significativo en la evolución histórica de España hasta la proclamación de la Segunda República. Se parte de un marco historiográfico que ayuda a entender el tratamiento metodológico que ha tenido este objeto de estudio, tanto en el mundo académico español como en el extranjero. Se continúa con dos capítulos que condensan la evolución de la Corte en la Edad Moderna, para dar paso, en el resto de las aportaciones, al mundo cortesano del siglo XIX y primeras décadas del XX.
En este sentido, y para entender el nuevo papel que cabe atribuir a los monarcas en la Europa del siglo XIX, es fundamental conocer cómo afectó a las monarquías europeas la implantación de los regímenes políticos representativos. La infiltración de elementos externos a las tradicionales redes cortesanas de poder durante el proceso de construcción del Estado liberal nos permite analizar de qué forma la Corte se readapta para absorber a las elites nacidas de la nueva realidad sociopolítica. Asimismo, resulta de gran utilidad para entender de qué forma se articulará el papel social de las élites tradicionales y a través de qué medios seguirán ejerciendo influencia en un contexto muy distinto, en el que las aguas de la política formal discurrían por otros cauces.