Por fin es verano, lo que significa que Juan y su familia se trasladarán a la casa que tienen junto al lago. Juan pasará todo el verano nadando, pescando y, lo mejor de todo, divirtiéndose con sus amigos Enrique, Martín, Ana y Sonia.
Cuando se juntan los tres chicos suelen jugar a lo que más les gusta: a desafiarse. Se trata de un juego de retos y competición que convierte al perdedor en un gallina. Aunque el juego siempre empieza siendo inofensivo, e incluso un tanto absurdo, pronto se convierte en una diversión peligrosa y competitiva.
Juan jamás rechaza un reto, aunque eso conlleve realizar cosas arriesgadas, y menos si juega con sus amigos al sin miedo. Cree que lo pero que le puede pasar es que le llamen gallina durante todo el verano por no haber sido capaz de cumplir un reto. Pero eso cambiará pronto. Qué sucederá cuando, por un reto, estos amigos se vean en una situación complicada? Durante este verano, llevarán la competición demasiado lejos sin pensar en las consecuencias.