Tras diez años de trabajos preliminares, el 5 de diciembre de 2014 se publicaba la Directiva 2014/104/UE. Ya traspuesta al Derecho interno de los Estados miembros, en nuestro caso mediante el Real Decreto-Ley 9/2017, de 26 de mayo, las nuevas normas de daños antitrust están llamadas a marcar el inicio del camino hacia una verdadera cultura europea del private enforcement. El proceso codificador y la consiguiente trasposición se asientan sobre dos principios fundamentales: el derecho de todo particular al pleno resarcimiento y la proscripción del enriquecimiento injusto.
Sin embargo, más allá del carácter totémico que los principios de plena compensación y de enriquecimiento injusto puedan tener para la doctrina tradicional en materia de daños, cabe preguntarse legítimamente cuál es la efectividad práctica de los mismos. La presente obra pone en cuestión las bases dogmáticas sobre las que la actual regulación se ha construido, con el fin de plantear al lector la posibilidad de que aquellas hayan sido asumidas acríticamente.
Puede que las soluciones dadas no sean sino soluciones que interesaban a determinadas políticas-normativas que subyacen a la regulación final. Puede que otro Derecho de Daños antitrust sea posible. Uno en el que el trinomio Competencia, Daños y Enriquecimiento contribuya a alcanzar todo el potencial que nuestro sistema jurídico-privado posee en aras a desarrollar un Derecho de la Competencia verdaderamente efectivo.
El presente trabajo puede interesar, no solo a los académicos, sino también a prácticos del Derecho, especialmente abogados y jueces, así como a estudiantes de Derecho, pues todos ellos son parte esencial del desarrollo del private enforcement europeo.