Resultan cada vez más evidentes los efectos físicos del cambio climático, pero no resultan tan evidentes sus consecuencias económicas y su impacto en el sector financiero. La lucha contra el cambio climático y sus consecuencias significan dinero, mucho dinero. El cambio climático implica un riesgo poten-cialmente sistémico para el sistema financiero pero, a su vez, muestra grandes oportunidades de negocio para aquellos agentes del mismo que sean capaces de comprender y considerar la variable climática en sus estrategias. La transición hacia una nueva economía «descarbonizada» implica una gran transformación, un nuevo paradigma económico. Una transición que necesita movilizar ingentes cantidades de recursos financieros y redireccionar los flujos de capital en la dirección adecuada para cumplir los objetivos marcados.
Todas estas variables, configuran un nuevo y complejo tablero estratégico al que los agentes del sistema financiero deben adaptarse interiorizando estos riesgos y oportunidades que tienen su reflejo en nuevas políticas, regulaciones, mercados específicos, etc.. ¿Cuáles son las claves financieras del cambio climático? ¿Cuál es el rol de las finanzas en la transición hacia una economía «descarbonizada»?