Cirugía Estética y su Responsabilidad
La cirugía estética es una especialidad de la cirugía plástica,1 orientada a la mejora de la apariencia de ciertas partes del cuerpo,2 por medio de procedimientos quirúrgicos.3
La cirugía plástica tiene un gran desarrollo en países latinoamericanos como Colombia, México, Brasil, Venezuela, Perú, Chile y Argentina y en países europeos como España, que cuentan con cirujanos plásticos que han hecho importantes aportes a la cirugía plástica mundial.
En España, SEME (Sociedad Española de Medicina Estética) afirma que en torno al 43% de la conocida como generación Y ya se ha sometido a un tipo de intervención estética.4
El médico capacitado y acreditado para realizar procedimientos de cirugía estética, una rama de la cirugía plástica, es el cirujano plástico.
Conlleva una formación diferente según en qué país ejerza, que oscila desde la formación mínima de dos años, en Cirugía General, a la de tres o cuatro años, en la especialidad de Cirugía Plástica.
A diferencia de la cirugía estética, que en la mayoría de sus actuaciones implica un ingreso hospitalario del paciente, en la medicina estética no se utilizan técnicas de cirugía mayor ni que requieran de anestesia general.5
Algunos de los tratamientos que se realizan en la medicina estética y que no implican cirugía son: tratamiento con ácido hialurónico, toxina botulínica tipo A, peeling químico, mesoterapia facial, entre otros.6
La acreditación como Cirujano Plástico, Reconstructivo y Estético, está supervisada por la Sociedad de Nacionales:
En España es La Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reconstructora y Estética (SECPRE).78 La (ASPS) en Estados Unidos, (AMCPER) México, (SBCP) Brasil, (SCCP) Colombia, (SACPER) Argentina, (SODOCIPRE) Rep. Dominicana; entre otras.
Pero todas están regidas por una Federación Internacional de Cirugía Plástica (FILACP), que acredita y controla estas sociedades.
No son reconocidos por las Sociedades Médicas, en ningún caso, cualquier curso en Cirugía Estética que pudiera estar impartido de forma individual o por Universidades entendidas, sin el aval nacional de Colegios de medicina, consejos de residencias médicas o entidades de salud pública gubernamentales, por el peligro que conllevaría el mal uso de una especialidad tan complicada como esta.
Se debe estar atentos a los pacientes que presentan un trastorno mental por una imagen distorsionada de su propio cuerpo (trastorno dismórfico corporal) y abordarlos terapeúticamente con un equipo interdisciplinario.