Hay innovaciones, ideas e inventos que permiten curar el cáncer. Otras nos permiten llegar a nuestros destinos de vacaciones mucho más deprisa. Son divertidas. Generan dinero. Y, por descontado, los inventos tienen éxito porque resuelven un problema que alguien, en algún lugar, quiere resolver. El arado, por ejemplo, tuvo éxito porque ayudó a los agricultores a producir más comida con menos esfuerzo.
Sin embargo, los inventos configuran nuestra vida de manera impredecible, y, mientras resuelven un problema para alguien, a menudo crean un problema para otra persona. ¿Por qué el código de barras cambió el equilibrio de poderes en la industria alimentaria? ¿Por qué el gramófono incrementó la desigualdad económica? ¿Y cómo el alambre de púas forjó el futuro de Estados Unidos? Las innovaciones también afectan a una compleja red de conexiones económicas. A veces nos complican la vida, otras rompen viejos límites y, en ocasiones, crean patrones completamente nuevos. ¿Por qué, por ejemplo, la píldora anticonceptiva incrementó el número de mujeres en las facultades de Medicina y Derecho?