Ya hemos destacado la importancia de la correcta preparación del juicio en otros títulos de esta colección. El paso del tiempo nos va demostrando que ello no solo es cierto, sino que a nuestros operadores judiciales les cuesta mantener la calidad del litigio preparatorio. No existe manera de hacer un buen juicio sin que exista una buena preparación: y ello no es solamente una teoría del caso, con una adecuada planificación de la prueba y buena capacidad para usar las herramientas de la litigación en el juicio. Existe una relación directa entre la calidad de las audiencias de la etapa preparatoria, que nos permite conducir el desenvolvimiento del caso hacia un juicio central preciso, riguroso, que no se “vaya por las ramas”, ni se convierta en un ritual inexpresivo de las actuaciones de las partes.
Por otro lado, del total de los casos que ingresan a la justicia, no es posible ni deseable que todos o muchos de ellos lleguen hasta el juicio oral; siempre deberá estar esa opción abierta y disponible para el imputado, pero en el funcionamiento real de los sistemas de justicia penal, sabemos que la eficacia se juega en el uso intenso de salidas alternativas y otras formas más directas de litigación. Ello también se hace por audiencias, y una de las novedades de este manual que nos presenta el profesor Zalamea es la aplicación de los principios generales del manejo de audiencias en este tipo de alternativas procesales, cuyo mayor desarrollo debemos estimular, siempre que se lleve adelante con calidad y buen tino político criminal.
El objetivo de este libro es ayudar a darle rigor a las audiencias previas al juicio, como una manera de lograrlo después en el juicio. Ataca, en ese sentido, a otros de los vicios que debemos revertir: la dificultad en precisar el objeto litigioso. Cuando analizamos la calidad de muchas de las audiencias, vemos que es bastante común que se tarde mucho para precisar cuál es el núcleo de la discusión.
Debemos superar estas prácticas del embrollo y la vaguedad lo más urgentemente posible. Y este libro de Diego Zalamea, que conjuga sus excelentes dotes de profesor con la experiencia de la puesta en marcha de los nuevos sistemas, es una de las herramientas que esta colección pone a disposición de un objetivo tan importante como urgente.