Capítulo I
La sociedad digital
I. MARCO CIENTÍFICO
1. TECNOCIENCIA Y PERSPECTIVA DE GÉNERO
“La revolución tecnológica no puede comprenderse al margen de los condicionantes sociales, políticos y culturales”. La ciencia del siglo XX ha fusionado ciencia y tecnología para dar paso a la tecnociencia, y primando, por tanto, los aspectos técnicos, que ahora forman parte de la propia investigación científica. Los sistemas de investigación, desarrollo e innovación tecnocientífica (I+D+i) integran a la ciencia académica como un subsistema más, y los valores y objetivos de la ciencia moderna se subordinan a otro tipo de objetivos (militares, empresariales, políticos…).
En la ciencia actual, la big sciencie o megaciencia (basada en grandes proyectos de carácter interdisciplinar, nacida durante la segunda guerra mundial) se ha extendido a otros ámbitos de conocimiento, convirtiéndose el sistema de colaboración en el método científico actual, paradigma del cual fue el Proyecto Genoma Humano.
El Libro Blanco de las mujeres en el ámbito tecnológico (redactado por Sara Mateos Sillero y Clara Gómez Hernández), presentado en marzo de 2019 por la Secretaría de Estado para el Avance Digital (del Ministerio de Economía y Empresa), aspira a dar visibilidad y analizar la brecha existente entre hombres y mujeres en ese sector para servir de guía a los poderes públicos a la hora de proponer medidas efectivas para abordar las desigualdades, realiza un recorrido por los diferentes ámbitos que actúan como factores condicionantes de las vocaciones y la proyección científica de las mujeres en el ámbito digital, refiriéndose asimismo al impacto de los algoritmos. Por tanto, se volverá más tarde sobre su contenido.
La Estrategia de investigación se encamina a fomentar la calidad de la investigación y su impacto científico-técnico, social y económico de la misma, que se sustenta, asimismo, según reza la definición del Plan estatal 2017-2020 (introducción), en “la creciente participación y liderazgo de las empresas en las actividades de I+D+i”, y un entorno innovador “que permita dar respuesta a los grandes retos de la sociedad, facilite la adquisición de nuevas capacidades y la incorporación de talento, refuerce el liderazgo y la colaboración internacional de nuestro país en I+D+i, y promueva la participación de la sociedad civil y sus organizaciones en el proceso de innovación”.
La Estrategia española de ciencia y tecnología y de innovación añade a lo anterior la promoción de las interrelaciones entre agentes públicos y privados, esto es, una vez más, la transferencia de resultados y conocimiento, con especial referencia a las PYMEs, y, por lo que al ámbito de aplicación de la presente investigación se refiere, a la empleabilidad de las personas formadas en I+D+i. En esta misma línea incide complementariamente la Estrategia Española de I+D+i en Inteligencia Artificial (marzo 2019), cuya prioridad 3 es la de “analizar/fomentar el uso de las herramientas de financiación del Plan Estatal de I+D+i para el fomento de la transferencia del conocimiento haciéndolos más dinámicos”.
El Plan Estatal de investigación 2017-2020 está integrado por cuatro programas estatales que corresponden a los objetivos generales establecidos en la Estrategia Española de Ciencia y Tecnología y de Innovación 2013-2020. Afirma perfeccionar la estrategia para que las actuaciones previstas tengan mayor impacto, mejoren la eficiencia de los recursos dedicados y permitan explotar las fortalezas del Sistema, así como trabajar en la resolución de sus debilidades, y marca seis objetivos: a) favorecer la incorporación y formación de los recursos humanos en I+D+i , b) fortalecer el liderazgo científico y las capacidades del sistema de I+D+i; c) activar la inversión privada en I+D+i y las capacidades tecnológicas del tejido productivo, d) impulsar el potencial e impacto de la I+D+i en beneficio de los retos de la sociedad, e) promover un modelo de I+d+i abierto y responsable apoyado en la participación de la sociedad; y f) coordinar de forma eficaz las políticas de I+D+i y la financiación en los ámbitos regional, estatal y europeo.
El plan vigente apuesta claramente por el refuerzo a la investigación en tecnología e industria 4.0 (que cuenta con su propio plan estratégico), para fortalecer las capacidades tecnológicas del Sistema Español de Ciencia, Tecnología e Innovación, primando la ayuda a agrupaciones estratégicas lideradas por centros e institutos tecnológicos, y, secundariamente, por la internacionalización, y destacando, como una de sus principales novedades, el impulso a la investigación orientada y al “desarrollo de las primeras fases que faciliten la traslación de conocimientos y tecnologías y sus aplicaciones previas y permitan demostrar la viabilidad e interés potenciales de resultados de investigación previamente obtenidos”.
La sociedad digital y la economía digital se encuentran, pues, en el centro de la estrategia de investigación. La presente investigación encaja netamente en tales objetivos, y en particular, en la acción estratégica en economía y sociedad digital, aportando el contrapunto a la euforia digital y advirtiendo de los riesgos de un uso incontrolado de la tecnología y la inteligencia artificial en ciertos ámbitos como el del trabajo asalariado.