Esta nueva obra de Fernando Oliván es fiel a una de las constantes más destacadas de sus libros: procurar un análisis de la política que, lejos de ser superficial o falsamente erudito, persigue desentrañar cuáles son sus fundamentos últimos.
En este caso la clarividencia que caracteriza a nuestro autor desmenuza las raíces antropológicas de la política, tanto en aquello que nos une con las demás especies animales como en lo que nos separa constitutiva y radicalmente de ellas.
El análisis de Oliván muestra que la sociedad política tiene parentescos estructurales con fenómenos específicamente humanos como el lenguaje, el sexo o el teatro. El autor lleva el estudio de estos parentescos hasta sus últimas consecuencias, lo que le permite descubrir paradojas, incoherencias y antagonismos que sin duda asombrarán al lector, y que incluso producirán en él cierto desasosiego e inquietud.