Derecho Internacional, Acuerdo Humanitario y Resolución Pacífica del Secuestro
La presente obra expone, de forma crítica, el problema del secuestro, teniendo como modelo el caso colombiano.
Sigue el método propuesto por el reconocido investigador para la paz, el noruego Johan Galtung, según el cual,
para la resolución de un conflicto puede acudirse al sistema de análisis que tiene la ciencia médica para tratar una
enfermedad. En este sentido, frente a lo que corresponde al diagnóstico del secuestro, se presenta su historia, las
cifras, los datos oficiales, la realidad del cautiverio y los riesgos que implica un rescate militar.
En lo que respecta a la prognosis del secuestro, se da una mirada a los antecedentes de negociación y rescate militar,
tanto en Colombia como en el mundo: la pragmática política de intercambio de Israel, la posición del gobierno español
en los secuestros de barcos pesqueros por Piratas somalíes, la masacre de Munich, el rescate con gases asfixiantes del
teatro de Moscú el de la Escuela de Beslán, las tomas de las Embajadas de Japón en el Perú, de República Dominicana
en Colombia, del Palacio de Justicia, la Operación Jaque, entre otros.
Lo anterior corresponde al abordaje fáctico del secuestro. El teórico tiene que ver con la representación del Derecho
Internacional Humanitario, el Derecho Internacional de los Derechos Humanos y el desarrollo del concepto del Derecho
Humano a la Paz, todos en relación con los conflictos armados de carácter no internacional – tanto a nivel general como
específico frente a Colombia-. Este texto profundiza en el llamado a la complementaria aplicación del DIH y los derechos
humanos, el cual surgió como reacción a las consecuencias de la denominada guerra contra el terror, principalmente por
la violación al derecho fundamental a la vida.
Sobre la base de esta complementaria aplicación normativa y bajo el esquema Galtung de diseñar un tratamiento para la situación
de conflicto y violencia, la obra presenta una propuesta de acuerdo humanitario que, además de pretender resolver el problema del
secuestro, busca la humanización del conflicto armado colombiano y atender el desoído llamado de tantos secuestrados, muchos de
ellos con más de una década sin libertad, como también del que hicieran los que murieron o fueron asesinados con cautiverio. El del
Presidente de la Corte Suprema de Justicia, Alfonso Reyes Echandía, secuestrado por el M-19 en 1985, resulta especialmente emblemático.
Para la Comisión de la Verdad sobre los hechos del Palacio de Justicia, quel desatendido clamor fue una exigencia de pensar una forma
distinta de resolver los desacuerdos entre los colombianos, un rechazo a la violencia y al respeto irrestricto de la vida humana por encima
de consideraciones estratégicas y una demanda ética cuya grandeza debe ser valorada y ponderada por nuestro país. Sin duda, nunca es
tarde para atender este llamado.
Derecho Internacional, Acuerdo Humanitario y Resolución Pacífica del Secuestro