Este libro tiene su pequeña historia
Inicialmente, quise escribir la introducción dogmática a un estudio sobre la confesión, que presentara los resultados de mis indagaciones preparatorias.
Pero el hecho de que la confesión se encuadre entre las instituciones probatorias legales me puso, desde el comienzo de mis estudios sobre el tema, en la necesidad de ver claro, dentro de la teoría general de la prueba civil, en todo lo referente al sistema de las reglas y los medios de prueba legal. A medida que avanzaba en mi tarea, recogiendo datos tan preciosos como poco elaborados, me persuadía, cada vez más, del injustificado desdén que nuestra ciencia siente por la materia de la prueba legal. Por ello, y también para procurarme una amplia visión de conjunto sobre algunos, problemas que interesan al proceso civil desde el punto de vista de la instrucción, he escrito este libro.
Solo puedo ofrecer en él un esbozo, trazado de la mejor manera que me ha sido posible, de una teoría general de la prueba legal; un simple apunte, en que solo tienen adecuado desarrollo los rasgos que me han parecido fundamentales.
Si hubiera logrado demostrar que la prueba legal es una institución viva y sana a la que nuestro derecho positivo atribuye funciones de la mayor importancia y delicadeza, descubrir su fundamento, precisar su naturaleza jurídica, explicar cómo y por qué funciona y justificar su vitalidad, se habrían colmado mis aspiraciones.