Si bien las nociones vertidas por Savigny se dirigen hacia un tiempo anterior al del finalmente Bürgerliche Gesetzbuch (BGB) alemán de 1896, resulta aún hoy un día moderna la polémica que se elevó frente a partidarios como Thibaut, quienes guiados por una aparente necesidad infranqueable de un código, emprendían argumentos dirigidos falazmente hacia una unión política por medio de éste, sin ver el trasfondo cultural y social que converge en una sociedad.
La ruptura arbitraria del pasado con el presente es un tema que nos remite hacia la pérdida de identidad e incomprensión del estado actual de las cosas, la idea del jurista fracfortés, quien no da tregua a la pérdida absoluta del elemento germánico-tribal y del romano (en su tiempo), es decir, que el presente es manifestación orgánica del pasado.