1ª edición, febrero 1995
Editorial Hammurabi
El autor reflexiona acerca de la abogacía y advierte su crisis confrontando sus primeros pasos junto a su padre, en su viejo estudio, y la que hoy debe vivir junto a sus hijos, también abogados. Lo hace en un ameno tono coloquial en el que se mezclan el ser y el deber de su controvertida profesión, entrelazando anécdotas y buen humor a las reglas de la ética, abordando temas tales como: vocación, formación del abogado, virtudes que se requieren para ser un buen abogado, patrimonio letrado obligatorio, obligaciones del abogado para con su cliente, obligaciones del abogado como auxiliar de la Justicia, el abogado y sus colegas, el abogado y la comunidad, abogado general y especializaciones, el estudio jurídico, la clientela, la consulta, los pleitos.