Elvira Sastre (Segovia, 1992) es una de las poetas más reconocidas de su generación, tanto en España como en América Latina. Con tan solo veinte años publicó su primer libro, Cuarenta y tres maneras de soltarse el pelo (2013), al que siguieron Baluarte (2014), Ya nadie baila (2015), La soledad de un cuerpo acostumbrado a la herida (2016) y Adiós al frío (2020), todos incluidos en este volumen.
«Elvira Sastre es una poeta de las que no hay; le sobra talento, pero sabe administrarlo; es inteligente y demuestra que se toma en serio lo que escribe, porque tiene la única relación sensata que puede tenerse con la celebridad, sea mayor o menor, literaria o de cualquier otra clase: no creérsela. Sus poemas me gustan porque son ambiciosos y ella porque es humilde, y además lo es cuando resulta menos común: mientras va ganando. En este territorio, quien llega a la cumbre para tener perspectiva, no para tomar distancia, es que sabe lo que es la vida y también lo que tiene que intentar ser un verso: la voz de muchas personas que sale por una sola boca. Se puede ser un gran autor por dos motivos: uno es inventar la pólvora, como quien dice; el otro, ser un resumen de todos sus lectores. A la joven autora de Baluarte la sigue la gente porque no es una predicadora, es una abanderada, un ser cercano que en lugar de alardear de sus victorias comparte sus inseguridades —«a mí me salva no entenderme», dice— y sus seguidores confían en ella porque no hace fuegos para vender humo, sino para dar calor».
Benjamín Prado