El garantismo representa una de las más estimulantes propuestas de filosofía y de crítica del Derecho penal que se han formulado en las últimas décadas a partir de la tradición iluminista y liberal. Frente a la que parece irresistible expansión del Derecho penal impulsada desde posiciones autoritarias y populistas que quieren exorcizar los males sociales con el permanente recurso a la represión punitiva, el garantismo recupera y enriquece el legado democrático de un constitucionalismo basado en la preeminencia de los derechos y en el sometimiento del ejercicio del poder al Derecho y a la razón.
En este volumen se exponen con sencillez los postulados fundamentales de ese modelo garantista que, minimizando el recurso a la violencia y cerrando el paso a la arbitrariedad y al decisionismo, pretende nada menos que transformar el más terrible de los poderes, que es el poder de castigar, en la ley protectora del más débil, doblegando así la vieja y siempre renovada razón de Estado al proyecto de emancipación que encarnan los derechos fundamentales, la defensa del más débil, que es siempre el ciudadano amenazado por la violencia del delito pero amenazado también por las penas injustas o excesivas, constituye el postulado central de un programa garantista que sin embargo está lejos de realizarse incluso en las democracias que presumen de avanzadas.
De modo que el garantismo no suministra una justificación más del Derecho penal, sino que al contrario proporciona los elementos de crítica para su deslegitimación, alentando con ello una auténtica filosofía crítica y no una mera recreación justificadora de los sistemas punitivos.