La obra El Estatuto Real y la Constitución de 1837 presenta el largo proceso constituyente que se abrió en España tras la muerte de Fernando VII en 1833 y que no se cerró hasta la promulgación de la Constitución de 1837. Fue éste un proceso continuado, que condujo desde la monarquía absoluta hasta la monarquía constitucional, pasando por una fase de carta otorgada, mientras estuvo vigente el Estatuto Real de 1834.
Dicho texto, así como el tercer periodo de vigencia de la Constitución de Cádiz (en 1836-37) se presentan como pasos intermedios de un único proceso constituyente, condicionado por un contexto político, cultural e internacional que hacía pesar situaciones de facto sobre las instituciones y las consideraciones propiamente jurídicas.
El relato histórico de este proceso se apoya en una selección de los documentos más relevantes, incluida la versión original de los dos textos que resultaron, el Estatuto Real y la Constitución de 1837. Y se completa con la descripción y análisis de estas dos leyes fundamentales, especialmente la segunda, que definió el sistema político de monarquía constitucional que habría de arraigar en España hasta bien entrado el siglo XX.