1ª Edición, Noviembre 2008
Iustel, Portal del Derecho
SINOPSIS
Los proyectos de 1856 y 1873 son dos intentos fallidos de renovación constitucional en nuestra historia decimonónica. Aún así, constituyen dos momentos de nuestro pasado sumamente atractivos y prometedores cuya trascendencia para explicar el curso de nuestro constitucionalismo no ofrece la menor duda.
La experiencia constituyente de 1854-56 es punto de referencia ineludible en la construcción de nuestra historia parlamentaria ya que fue cuna de dos fracciones políticas destinadas a tener un brillante porvenir: en ella se configura la Unión Liberal como auténtico partido seguidor de O Donnell y en ella logra consagración oficial el partido demócrata .
En esta Asamblea también debutarían dos jóvenes políticos llamados a ser años más tarde los artífices de la Restauración logrando en el último tercio de siglo lo que en los años 1854-56 no habían logrado -y ni siquiera quizás sinceramente intentado- Espartero y O Donnell. Nos referimos a Antonio Canovas del Castillo que en 1854 contaba veintiséis años de edad y militaba en las filas odonnellistas y a Práxedes Mateo Sagasta, seis meses y medio mayor que él, y esparterista en aquel entonces.
El proyecto constitucional federal de 1873 es, por otro lado, un nuevo y ambicioso intento de modernización institucional tendente a resolver problemas endémicos de nuestro constitucionalismo que, de haber fructificado, nos hubiera situado en presencia de una de las Constituciones más innovadoras y avanzadas de la época.