Según la ONG norteamericana Innocence Project, la causa que contribuye en mayor medida al error judicial es la identificación errónea de un inocente. Eso no significa que la responsable del error sea la víctima. Los trabajos de psicología del testimonio han mostrado que los errores pueden deberse a las influencias sugestivas que hayan tenido lugar desde el examen de fotografías en la comisaría hasta la presentación de una rueda judicial.
Pero la sugestión no limita su influencia al reconocimiento de personas. Las preguntas sugestivas (involuntarias), que formulan policías, abogados, jueces y fiscales, pueden llevar a recordar detalles de la escena del delito o del accidente que nunca sucedieron y que encaminan la investigación en una dirección incorrecta. Y no es solo que contaminen una declaración, sino que testigos, víctimas y sospechosos pueden llegar a creer que han experimentado algo que realmente nunca ocurrió.
Las distorsiones de memoria y la creación de falsos recuerdos son el tema central de este conjunto de textos, que exploran los elementos sugestivos que pueden influir en el reconocimiento de caras y en las declaraciones sobre sucesos que realizan testigos y víctimas, y que después se presentan como pruebas judiciales. En todos los casos se examina los factores que potencian el valor distorsionador de la sugestión, así como las dificultades que entraña la discriminación entre recuerdos verdaderos y recuerdos falsos, incluso en aquellos casos en los que el error en esa discriminación puede llevar a una confesión falsa.