No corren tiempos propicios para la utopía. Pero quizá sea esa su característica principal: la de tener que avanzar contra viento y marea. La situación de destierro en que viven hoy las personas y los proyectos utópicos es muy similar a la de los poetas en la República de Platón: son expulsados de la ciudad ideal porque no alcanzan la verdad.
Este libro pretende intervenir en el actual debate en torno a dos concepciones de la razón, la utópica y la científico-técnica, con un doble objetivo: por una parte, rehabilitar y activar la utopía con sentido crítico y dialéctico en medio de la oscuridad del presente, por otra, ponerla al servicio de la emancipación humana y de la liberación de los pueblos. Para ello revisa los hitos más importantes de la historia de la utopía, de las contrautopías y de las distopías. Este recorrido se completa con la más reciente utopía alterglobalizadora concretada en la propuesta de «otro mundo es posible». A partir de la historia se elabora una reflexión filosófica y teológica, sin desconocer las críticas contra la utopía.
¿Utopía en tiempos de crisis? Las utopías tienen su temporalidad, afirma Ernst Bloch. Es precisamente en tiempos de crisis cuando los oprimidos expresan su descontento e indignación, radicalizan su sentido crítico y formulan utopías movilizadoras de las energías emancipatorias de la humanidad. También la presente invitación a cultivar la utopía quiere ir más allá de los límites de lo posible, como sugiere Walt Whitman: «Antes del alba, subí a las colinas, miré los cielos apretados de luminarias y le dije a mi espíritu: cuando conozcamos todos estos mundos y el placer y la sabiduría de todas las cosas que contienen, ¿estaremos tranquilos y satisfechos? Y mi espíritu dijo: No, ganaremos esas alturas para seguir adelante».