La presente Vida está dedicada a describir la actividad de Hipacio de Rufiniana (ca. 366-446) como asceta, fundador monástico e higoúmeno, sus dotes taumatúrgicas y proféticas, y sus enseñanzas espirituales. Atraído desde joven por la vida monástica, Hipacio fundó en 400 un monasterio en Rufiniana, cerca de Calcedonia, en la ribera asiática del Bósforo. Su acción al frente del monasterio se caracterizó por su independencia tanto con respecto a los obispos de Calcedonia como a las altas autoridades de la corte de Constantinopla.
Compuesto por Calínico, discípulo de Hipacio, este relato hagiográfico constituye una fuente privilegiada para el conocimiento del monacato constantinopolitano en el siglo V, época de su eclosión en Asia Menor. La presentación de Hipacio como encarnación del modelo de vida monástica en el que debían inspirarse los miembros de su comunidad ofrece también importantes noticias sobre la liturgia de los monjes.
En esta misma Colección de Vidas han sido publicadas Vida de Porfirio de Gaza, de Marco el Diácono, Historias de los monjes de Siria, de Teodoreto de Ciro (ambas en edición de Ramón Teja), y Vidas de los santos Padres de Mérida (en edición de Isabel Velázquez).