1 Edición, Junio 2012.
Estamos ante una verdadera reelaboración de la obra anterior del autor, que nos conduce a una nueva dimensión del problema respecto de sus anteriores postulados: la posibilidad de que la organización territorial de un Estado responda también a la idea de desigualdad, o de asimetría, si así queremos expresarlo.
Es más, en la medida en que cada avance en su indagación le lleva a más preguntas y dudas que respuestas ha sido necesario fijar fronteras a su proyecto para lograr unos objetivos posibles y abarcables actualmente se ocupa en la ampliación de su primer horizonte añadiendo también elementos de la experiencia italiana.
No nos queda ya sino felicitarnos por disponer de una obra en la que se exponen comparativamente los sistemas de descentralización política y financiera brasileño y español, analizado ello con una perspectiva abierta, en cuanto a la amplitud que puede darse al hecho autonómico o federal, pero que no renuncia al reconocimiento de un conjunto de valores, especialmente la solidaridad, que necesariamente constituyen el trasfondo del Estado social. También agradecer al autor el trabajo incansablemente realizado y la honestidad con que lo ha llevado a término.