Ya tarde, delante del portón del viejo cementerio
me despido
de unos parientes venidos de provincias,
con ramos de trigo aún
en el ojal
de su pálida chaqueta
y el andar cabizbajo del que sabe que al mirar
el sol rojo del ocaso se aprende casi todo.
Digo adiós a sus tímidas maneras,
sus enormes sombreros
y esa altivez extraña,
la altivez misma que amé en mi padre,
mi padre que está ahí bajo la tierra
en una de esas tumbas.
Mientras cierran el enmohecido portón
un anochecer de noviembre.
Mi padre ahí bajo la tierra.
Y al que los gallos,
sin embargo, despiertan en su tumba
para que distribuya los rayos del sol cada mañana.
I
Ya tarde, delante del portón del viejo cementerio?
II
En esta calle de la que se fueron yendo casi todos?
El umbral de otro cielo
Autorretrato
La casa demolida
La lluvia
Ayer
La cocina
La mesa de hule pobre
Al sol revolotean jaulas de gallinas, herramientas
Una sala de espejos, a mediados del xx
En el camino
Elegía
Postal de nieve
Noche cerrada
III
Los cantos de Joseph Uber
Ya no humean las fogatas
En una de esas casas vivió Uber hacia 1900?
Una casa con alero de paja
IV
Un viejo café
Un tango para Ana
La lluvia trae en sus alforjas
El tibio hostal de las afueras
De la cuadra partió un caballo esa noche de tormenta
Los amigos
Adiós a Ana Bauerman
Un forastero
El eco y la llovizna
V
Turóbriga
Me apoyo contra un árbol?
Se ahora que la costumbre del canto?
Ya no se oyen sino unos cuantos gallos?
Adiós a Turóbriga
VI
La posada de la Rúa Moura
Eugenio Montejo
Adiós
VII
Juliette