En la Sala de Actos del Ilustre Colegio de Abogados de Sevilla se celebraron la jornadas cuyos trabajos se recogen en el libro que ahora presentamos. Y hay que agradecer una vez más la exquisita sensibilidad de aquella corporación sevillana para cuanto organiza la Real Academia de Legislación, y hacia todo lo que supone conocimiento e investigación en lo jurídico.
A su vez, la jornada se organizó con el patrocinio del Ministerio de Educación, lo que permitió su realización y esta edición de ahora. También pues se agradece esa tarea de apoyo, tanto más valorable cuanto más apuradas son las circunstancias económicas de nuestros tiempos.
En el desarrollo de las ponencias se dio la intervención de tres notarios, dos de ellos de la propia Sevilla, un registrador de la Propiedad y dos profesores de derecho civil, también de la Universidad hispalense. Eran profesiones especialmente cualificadas para tratar de alguna problemática que el derecho civil plantea ya entrados en el siglo XXI.
Por supuesto que sólo podía hacerse una cala, pues otra cosa hubiese resultado prácticamente imposible en el curso de aquellas jornadas.