1ª Edición, Abril 2007
Editorial COMARES
SINOPSIS
El tema del alma y de Dios en María Zambrano se va a tratar y desenvolver aquí en discusión viva, en dos sentidos, si son dos. Primero porque, para quienes hablamos largas horas de largos días y noches con el maestro o la maestra, ya no hay ni puede haber pensamiento separado del mismo o de la misma, hay y no puede menos que haber diálogo que prosigue en todas las formas de la intimidad vinculada, pues el maestro sigue pensando allá donde esté, pero sigue pensando en los escritos donde no pudo menos de poner, con lo atendido, lo periférico de la estela de su ruta.
Segundo porque la distancia cronológica queda abolida por la memoria vital y es así como la Zambrano incomoda y quiere incomodar tanto a Ortega como a Aristóteles, y protege y quiere proteger a Pitágoras, a Machado, a Plotino. Vivimos espiritualmente juntos, y el mundo sigue siendo esencialmente porque el hombre sigue siendo esencialmente el mismo.