Esta edición acerca a los lectores de habla española, uno de los libros de más profunda resonancia en los últimos tiempos.
Escrito durante la guerra, su voz apenas fue escuchada en medio del estrépito de la contienda, así y todo, su aparición fue seguida de una serie de estudios que reflejaron su trascendencia. Luego, hecho el silencio, estas páginas aparecieron como un mensaje, al que la muerte prematura de su autor, dio acento profético.
Su inclusión en esta serie de estudios está justificada por su propio contenido. El autor lucha por la certeza del derecho, y ¿qué mejor instrumento de certeza que el proceso, cuyo fin es la certeza misma?
El derecho es, en último término, una promesa de certeza. La certeza efectiva sólo la puede dar la vida. Por eso, educar al pueblo para que elija buenos gobernantes y vigilar a los gobernantes para que no claudiquen en su virtud, son los únicos medios hasta ahora hallados para reducir la incertidumbre del derecho. Nunca, jamás, podrán lograr suprimirla. Pero el triunfo de la vida no es siempre lograr, a veces triunfar es aproximarse. La sola aproximación es en algunos casos una conquista.