Nota del autor
Poco después de la presentación de la primera edición de esta traducción de la poesía de al-Mutamid de Sevilla 1, y a raíz de ella, se gestionó la actuación en España de la Orquesta de Música Andalusí de Tetuán bajo la dirección de Mu¬hammad Larbi Temsamani, conocedor como pocos de las culturas andalusí y andaluza, y con la actuación estelar del incomparable Abdessadek Chekara. Se inició una intensa actividad orientada hacia lo que se podría denominar, retrospectivamente, «recuperación popular de la memoria poética y musical de al-Ándalus». Entre artistas, escritores y arabistas, todos parecían tener algo que aportar.
La presentación tuvo lugar en la Librería Antonio Machado de Madrid, entonces hervidero de actividades culturales, con la amable participación de José Menese y Enrique de Melchor, insinuando que, de alguna manera, la poesía de al-Mutamid tenía algo que ver, si no directamente con el flamenco, sí con alguna expresión más allá de la puramente poética. En efecto, el presentador del libro, el escritor y poeta granadino José Heredia Maya, fue el artífice de las primeras actuaciones en España de la citada Orquesta de Tetuán y creador, poco después, de la obra Macama Jonda, pionera de lo que después se convertiría en otros muchos trabajos de inspiración «andalusí». Por ejemplo, el también granadino Enrique Morente encontró inspiración en algunos versos del presente libro y, en su disco Cruz y Luna (1983), canta los poemas 16 y 17.
Desde aquella presentación (1979) no se ha vuelto a traducir la obra completa de al-Mutamid de Sevilla y, hasta hoy, ésta sigue siendo la única versión castellana de toda su poesía, unos ciento sesenta poemas. Por otra parte, la profesora María Jesús Rubiera Mata publicó, algunos años después, una versión bilingüe de veintiún poemas de nuestro poeta, útil para el estudiante del lenguaje poético en al-Ándalus 2.
En 1983 publiqué una antología de poetas andalusíes, Ajimez 3, en donde incluí algunos poemas de nuestro rey-poeta. En dicha antología me serví por primera vez de unas técnicas de traducción poética entresacadas de las teorías de Octavio Paz sobre el «poema análogo» como alternativa a la traducción basada únicamente en la lingüística.
En mi opinión, este procedimiento da un resultado mucho más asequible a los lectores de poesía en general, y a ellos va dirigida esta edición. La presente traducción se inspira en estas técnicas hasta el punto de que puede decirse que prácticamente constituye una nueva versión. En cuanto a las Notas a los Poemas, he actualizado la paginación de aquellas obras que han tenido una nueva edición, pero no he añadido más obras de referencia ya que las fuentes utilizadas siguen siendo las mismas. La extensa Introducción se mantiene esencialmente intacta, pero con algunas actualizaciones necesarias para la correcta interpretación de esta versión. Creo que es precisa para una contextualización adecuadamente orientada de la obra poética de al-Mutamid. Al final de la Introducción agrego algunas palabras más sobre los aspectos técnicos de esta edición, especialmente en lo que atañe a la transliteración de nombres propios.