La cultura española se encuentra hoy en una encrucijada: se enfrenta a cambios profundos debidos a la transformación digital y se resiente por la crisis económica y el déficit de apoyos a la creación, a la innovación y al acceso.
Este primer informe sobre la cultura española y su proyección global proporciona a los actores sociales, políticos y económicos un instrumento de análisis de gran trascendencia. Supone un aval a la notable riqueza y potencialidad de la cultura española. Pero también implica una advertencia: nuestra cultura reclama políticas y estrategias decididas y adecuadas que puedan orientarla hacia el futuro. Hay que crear, desde lo público y lo privado, las condiciones óptimas para el despliegue internacional de la cultura española.
El informe incluye la opinión de los actores culturas –creadores, productores, investigadores, gestores-. Observamos con prudencia los factores negativos: apenas otorgan un aprobado -5, 1- al estado de la cultura española y su proyección exterior, pero valoramos con cierto optimismo las notas altas otorgadas a los escenarios de su futuro a medio plazo.
En la sociedad global del conocimiento, de las nuevas tecnologías de la comunicación, el campo de la cultura –sus creadores y sus industrias- son y serán cada vez más determinantes. El futuro será de los que sean capaces de proyectar con fuerza su cultura y sus conocimientos.