Memorias Mitos del Agua en la Península Ibérica
1ª edición, Diciembre 2012
Marcial Pons Ediciones Jurídicas
SINOPSIS
El agua es un bien natural, pero también es un bien cultural cuyas manifestaciones se insertan en el patrimonio intangible, conformando un Imaginario singular en el caso de la Península Ibérica. Entendida de forma holística, la cultura del agua abarca expresiones culturales tales como los mitos y leyendas, rituales, refraneros, construcciones hidráulicas y otras formas de la cultura popular.
En este dilatado estudio, los profesores Eloy Martos Núñez y A. Martos García, de la Universidad de Extremadura, identifican y describen patrones de los distintos tipos de mitos asociados a las aguas, a partir del uso crítico de diversos paradigmas e instrumentos de análisis, desde el análisis folklorico a la ecocrítica, en pos de elucidar constantes culturales propias de la península que rebasan límites étnicos, políticos o lingüisticos. Los autores documentan la distribución de mitos hidro-ofídicos y de ecotipos de encantadas, así como de otras formas de hierofanías ligadas a las aguas, a través de distintos territorios de la península. Esta geomitografía del agua pretende, aún en su fase inicial, describir mitopaisajes y zonas donde concurran ecotipos de una especial significación, y que se hallen vinculados de forma muy estrecha al patrimonio cultural heredado, lo cual permitirá su puesta en valor, en un futuro inmediato, a través de sus usos en ámbitos como la educación, el turismo o el ocio cultural.
Como quería Saramago a través de la metáfora que da nombre a la novela La balsa de piedra, los pueblos ibéricos están llamados a surcar su propio camino en un mar proceloso, que es la Historia. Volver la espalda a lo que la naturaleza les pueda decir no es buena estrategia, no ya sólo por la desforestación, desertización u otors fenómenos afines, sino porque además de biodiversidad, se pierde también un espacio revelado en forma de mitopaisajes que comparten dragones, «xanas» peinando sus cabellos en un manantial, cuevas habitadas por el misterio, piedras encantadas y todo un sinfín de tesoros de la Naturaleza.
Es así como la «Tierra extrema» del Imaginario de tantos pueblos mediterráneos, que precisamente ubicaron en este confín ibérico el Finisterre, el borde de lo desconocido, llega a ser también ejemplo y compendio de la complejidad de los mitos acuáticos. Desde la franja atlántica hasta la ribera mediterránea, desde los mares que bañan este solar ibérico a los monstes, ríos y cuevas que surcan sus valles y mesetas, todos estos enclaves y paisajes, y tantos personajes bien reales o de ficción (barqueros o pescadores, serpientes o lamias), todos vamos a bordo de esta Balsa de Piedra de Saramago, que no es sino el símbolo de una singladura única, donde lo prodigioso emerge por sus cuatro costados. Y uqe es una balsa de piedra como la de la Virgen gallega de la Barca, mágica, que sólo se puede hundir por el olvido, lo mismo que toda nuestra multivalente cultura del agua.