Cualquier persona medianamente ecuánime, que conozca el proceder del sindicalismo en España, convendrá que algo muy grave está sucediendo. En el Anuario de 2011 se destacaba que, aunque pudiera parecer paradójico, había sido tras un conflicto cuando se logró retomar un cierto diálogo. Lamentablemente, en esta ocasión el viento parece soplar en otra dirección. El desprecio con que el Gobierno ha tratado a los sindicatos, quizás sea unos de los pocos compromisos electorales en los que no ha engañado a los ciudadanos.
Cándido Méndez.
El tercer año de este Anuario de Relaciones Laborales que elabora, coordina y edita la Unión General de Trabajadores, encierra en sus páginas un amplio abanico de reflexiones sobre la carga profunda de reformas laborales que, continuando las iniciadas en 2010, han ido allanando el camino en lo que ya en el 2012 y con un Gobierno de corte conservador, ha sido el Real Decreto Ley 3/2012 de 10 de febrero, que podríamos calificar como una auténtica «contrareforma laboral».
Toni Ferrer y Santos M. Ruesga.
